Como una mujer joven en busca de una carrera, la industria de la joyería parecía un ajuste natural. Dado que la mayoría de las joyas las usan las mujeres, ¿seguramente mi género debería tener una comprensión más intuitiva de lo que el consumidor desea y el mercado quiere?

Pero lo que parecería el sentido común no siempre se basa en la realidad. Durante mi trayectoria cómo empresaria y joyera expandiendo mi marca para los más diferentes países y siendo consultora de algunas de las mayores empresas de diamantes asistí a varias discusiones de alto nivel sobre temas de importancia primordial para nuestro negocio. En su mayor parte, los miembros de los paneles respectivos eran uniformemente de mediana edad y hombres.

Ciertamente ha habido excepciones notables en nuestra industria: las mujeres fuertes, influyentes e inteligentes que han ocupado puestos de liderazgo clave, han servido como modelos a seguir para personas como yo. Incluyen a Susan M. Jacques, presidenta y directora general del Instituto Gemológico de América; Dione Kenyon, presidente de la Junta de Comercio de Joyeros; y Ruth Batson, CEO de la American Gem Society y AGS Laboratories. Esa es la buena noticia. La no tan buena noticia es que dos de las tres ya se retirarán después de años intentando hacer nuestra industria con mayor equidad.

Aun así, esta es una lista incompleta y ha habido otros excelentes modelos a seguir, con Varda Shine, la ex directora ejecutiva de Diamond Trading Company, como un ejemplo. Pero no podemos escapar al hecho de que, incluso hoy en día, en un negocio donde el consumidor final es predominantemente femenino, quienes toman las decisiones son principalmente masculinos. Pocos de ellos usan o han usado los mismos productos de los que son responsables.

Lo más probable es que la naturaleza patriarcal de nuestra industria tenga que ver con el hecho de que estamos tratando con un artículo caro. Dada la desafortunada brecha salarial entre hombres y mujeres, incluso hoy en día, menos del 50 por ciento de las mujeres realmente compran sus propias joyas para ellas. Esta tendencia en los sectores de precios más altos no es específica de la industria de la joyería. Por ejemplo, las encuestas han demostrado que los concesionarios de automóviles a menudo son desdeñosos con respecto a las mujeres compradoras, y que los hombres son considerablemente más propensos a obtener el mejor trato.

13 de septiembre de 2018, Tercer encuentro de Mujeres Brillantes en Madrid Joya. (Foto: @saragpuntofoto)

Pero los tiempos están cambiando, y si bien siguen existiendo considerables brechas salariales, cada vez más mujeres se unen a profesiones que antes se consideraban predominantemente masculinas. Ya en la actualidad, en muchos países occidentales, la mayoría de los estudiantes, tanto en las escuelas de medicina como en las facultades de derecho, son mujeres, aunque los jefes de los departamentos del hospital y la mayoría de los socios de las firmas de abogados aún son hombres. Sin embargo, el tiempo y la demografía cambiarán eso.

Lo mismo creo que ocurrirá en la industria de la joyería. Soy propietaria de una empresa de joyería donde mi socia también es mujer, Dione Lima. Las joyas que producimos son para mujeres, y aunque yo animaría a los hombres a comprar nuestros productos para sus seres queridos, me gusta creer que estamos produciendo productos que las mujeres eligen por sí mismas. De lo que entendemos este es el caso.

También fuí Vice Presidente Senior de la Bolsa de Diamantes de América Latina, ubicado en la Ciudad de Panamá, donde me coloca cómo una de las pocas mujeres al nivel mundial en posición de liderazgo y que de verdad tiene voz para cambiar o mejorar temas importantes de la industria. Esta no fue una decisión estratégica (ser nombrada Vice Presidente Senior), sino un caso en el que las personas involucradas fueron consideradas las más capaces y calificadas para ocupar el puesto. Este también fue el caso de las diversas mujeres que mencioné como modelos a seguir en nuestra industria.

Y ese, en última instancia, es mi punto. Las mujeres no deben ser nombradas para ningún cargo simplemente por su género, pero por la misma cuenta no deben ser descalificadas por la misma razón. Dicho esto, recordemos que, en un negocio donde el producto final es usado principalmente por mujeres, tenemos ciertos conocimientos que la mayoría de los hombres nunca podrían tener.

Acabamos de salir del Tercer Encuentro Mundial de las Mujeres Brillantes 2018 en Madrid, eso es un logro increíble que tal vez nosotras aún no tenemos la dimensión e importancia de lo que acabamos de conquistar, pero les aseguro que las nuevas generaciones van a saberlo y valorarlo, porque diferente de nosotras, ellas tendrán menos dificultad y más oportunidad de ser lo que quieren ser.

Cómo yo siempre digo desde el Primer Encuentro Mundial en 2016, para cambiar la industria primeramente necesitamos cambiar nuestra forma de pensar y actuar en el sector, empezando por sacar nuestros miedos y tener más orgullo de otras mujeres. Al final todas sabemos nuestros desafíos y no podemos dejar de apoyarnos.

Ali Pastorini

Presidenta Mubri Internacional